viernes, 27 de mayo de 2011

Kebab es Poesía (I): "Oda al ojete" (1/2)

Presentamos la nueva sección Kebab es Poesía, en que se tratarán todo tipo de temas relacionados con el kebab o sus consecuencias. No necesariamente se hablará de kebab (en Oda al Ojete no se habla de kebab). Hoy primera parte de esta singular obra que tiene el tamaño de una oja de word. En un par de días la siguiente, no os la perdáis!


Oda al Ojete  (1/2)

Estando loco y aburrido, agotado y soñoliento y barrenado, ido, mi cuerpo mil quinientos quilos pesando, mis músculos escasamente respondiendo a mis pequeñas demandas, estando demente se me ocurrió hacerle una oda -muy teniente- al pequeño héroe, Recto de Mio Ojete.
El egregio apéndice –que no es apéndice- del alma, sino fondo de saco roto, puerta a la inmensidad o a las entrañas, esfínter de buenos y malditos alimentos, fuerza que desgrana la naturaleza, sea en forma de torrencial acuoso que lo inunda todo o de piedra dura que cae y lo jode todo. Portal de los desmanes solitarios que no tienen que ver con genitales –ya lo decía Quevedo, “no hay placer comparable al placer que es el cagar”- que nos relaja al final de un día ajetreado y nos invita a la reflexión y a la introspección, entronificados como reyes en nuestros dominios: hasta donde nos alcanza la vista, el último azulejo de la pared –aquí quietos, meditamos, con el ojete abierto en el sillón- hasta el fondo de la taza donde aguarda, impasible, nuestro montón.

El cagar nos hace humanos y el ojete es como la glándula pineal, el alma, el centro de la existencia. Los buenos psicólogos describen la fase anal, y el buen hombre –el hombre de bien- sabe que debe respetar a su ano como si se tratara de un hermano, y quererlo, honrarlo, hacerle buenas libaciones, no dejar que lo penetren sino el placer y las placenteras vibraciones que provoca la descarga atómica de su contenido, en ese lugar al que llamamos váter y que en realidad es un edén.

[...]

Queda más, pero su autor, Eurologio Vinasco, nos pidió que lo diésemos en dos partes, para dejar con las ganas de tan jugoso y tierno elemento.

Foto graciosa, nada más

2 comentarios:

  1. A propósito de odas... El de la foto graciosa tiene cara de llamarse "Odie" (el perro - bueno, y el esfínter también, pero éste escrito con dos Ds de dilatado).

    - Odie: Me dijiste que con un buen dürum te relajarías, so mentiroso.
    - Oddi: No me ralles, que estoy irritado.


    Vale vale, ya me voy...

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