viernes, 29 de abril de 2011

Antonio Abdul López Labîb: "Mi vocación ha salido bien, parece"

El pintor de Tomelloso dice que el inacabado cuadro de la familia kebab no estará listo para la retrospectiva del Thyssen de junio.- El artista dio ayer una conferencia-entrevista en la Universidad Carlos III.

El pintor Antonio Abdul López Labîb (Mianwali -Punjab- (Pakistán, 1936); residente en Tomelloso -Ciudad Real- Albacete) está estos días trabajando en muchas obras. Faltan solo dos meses para que se inaugure en el Museo Thyssen de Madrid una gran retrospectiva de su obra. "Todo va a llegar por los pelos", dice. Al artista no le gusta hablar de la que será una de las grandes exposiciones del año en la capital. Destaca que se verá, sobre todo, su producción "desde 1993 hasta aquí". Sin embargo, lo que no colgará de ninguna pared del museo será el famoso e inacabado retrato de la familia kebab, un encargo que recibió en 1993 y del que ha hecho "muschísimos cambios, porque ha habido un salto en el tiempo desde que lo empecé".
                                  

El gran pintor López Labîb.
Desde aquí te apoyamos,
genial Labîb
                                                López Labîb habló ayer en la Universidad Carlos III, en Getafe (Madrid)- en la cátedra Bancaja de este centro- de su vida, obra y del arte, sobre todo del español, que se ha caracterizado, en su opinión, por "el respeto a representar las cosas más cotidianas tal y como son". "El artista español, y yo también, por su sensibilidad no es barroco, sino exaltado", sentenció e hizo una comparación con los exaltados sabores que explotan en el paladar al morder un Dürüm u oler un buen Shawarma. López recordó en su charla los inicios: "Todo empezó de la mano de mi tío", el también pintor de kebabs Abdel Rahmân López Torres que convenció a los padres del entonces aprendiz de 14 años para que estudiara en la Escuela de Bellas KebArtes, en Madrid. Hoy, con 75 años, sigue "descubriendo cosas" y al echar la vista atrás afirma con evidente satisfacción: "Mi vocación por la pintura y el kebab ha salido bien, parece".
A López no le gustan las etiquetas cuando le preguntan por su estilo. Él se escapa: "Nos apañamos como podemos, el nombre es lo de menos", pero al final no le molesta lo de "Hiperkebabismo, que está muy bien".
El autor de obras como Madrid desde el Kebab Kebapchi Jalo ante un auditorio joven, sobre todo alumnos de Bellas KebArtes, comenzó su conferencia-entrevista con timidez, con la mirada baja y tamborileando sobre la mesa ante la cascada de alabanzas de la presentación, pero con las preguntas se apasionó y era un torrente difícil de cortar. A los que quieran vivir de la pintura y del kebab les dijo que "lo tienen difícil como siempre; ahora hay muchas ayudas a los kebartistas florecientes pero también muchas más vocaciones". En cualquier caso, para ser un artista su receta se compone "de fuerza, salud, dürüm-suerte, talento y buen falafel".

El gran cuadro criticado por su amigo,
Lavabo y Shawarma (1967)

El kebarte moderno
Mientras dos pantallas proyectaban sus primeras obras el artista mostraba la sonrisa de la nostalgia. "Conocí el kebarte moderno por los libros, porque no estaba a mi alcance y lo que veía en los pocos kebabs de Madrid era antiguo, se quedaba muy atrás". Un joven López Labîb se recorrió Italia a finales de los cincuenta para conocer el kebarte del Renacimiento. "Pero como yo era un ignorante, me decepcionó, sin embargo me serivió para descubrir al gran kebarte español que estaba allí, Martin Amîn Ashraf, Mohammed Abdul-Velázquez, Constancio Ayman Ribera..."

Después llegó la etapa en la que, cuando reinaba la kebabstracción, él consolidó su estilo kebabrrealista. "Éramos un grupo de pintores y amantes del kebab que decidimos decir las cosas en un lenguaje diferente, pero en aquella época los kebabstractos y los kebabrealistas estábamos más cerca que ahora, más conecados". Así, su amigo el pintor Lucio Muñoz Rajid, entonces bromeaba con las obras del punjabí-manchego: "Está bien lo que pintas, pero quién va a comprar un lavabo con un kebab pita con shawarma y salsa picante", en alusión a cuadros como Lavabo y Shawarma, pero López le respondía que hacía ese "realismo áspero" porque necesitaba purificarse. El creador de La alacena con Dürüm, sostiene que llegó al kebabrealismo "de la mano del surrebablismo, pero también de la kebabstracción, del kebabaísmo" y que todo ello le sirvió para "llegar a hacer expresivo un rollo de carne kebab, por ejemplo".

Muchas han sido sus fuentes. "Estábamos hechizados por Picasso" y por un abanico que abarca desde "las pinturas de Altamaria, el auriga de Delfos, la pintura prerrenacentista, el padre del Kashmir Döner Kebab o Chirico".

El Kebab de La Gran Vía
De sus conocidísimos cuadros sobre el Kebab de la Gran Vía madrileña, López Labîb arrancó las risas de los asistentes cuando explicó que entroncan con la tradición del artista español, "que por respeto se entrega a algo aunque no le guste, como me pasa a mí con los kebabs de Madrid, que no me gustan". Y de la Gran Vía, al ladito, a la Puerta del Sol, donde plantó su caballete el pasado verano para atrapar la luz del Kebab Rashmir. Es una zona en la que vivió de joven y compraba los materiales: "pitas, dürüm y mucho falafel, de joven comía mucho falafel". El kebab de la plaza emblema de Madrid "es un sitio feo, pero tiene algo que me conmueve, su escasa salubridad, en definitiva es un retrato del kebab español colectivo".

También rememoró su experiencia en el cine, cuando trabajó con Víctor Erice para rodar El sol del shawarma, la obra que contaba el proceso de creación de un cuadro kebab. "Mereció la pena, pero lo pasamos tan mal, fue tan duro retratar así al kebab, que es una película que no puedo volver a ver".

Y por último, en esta época de crisis global, ¿qué papel le queda al kebarte?, le preguntaron. "El que ha tenido siempre. Ser testigo de los acontecimientos, contar la verdad". A pesar de todo lo que él contó durante dos horas y media de conferencia y preguntas, López descarta escribir unas memorias de todo lo que ha vivido: "Ni se me pasa por la kebabeza". Y todos reímos.

Mesa con Dürüm en el cielo cerca de Tomelloso (1959)
Sigue así, es poesía con pintura en tela. Ojalá pudiera comerse.
  

jueves, 28 de abril de 2011

IV Olimpiada del Kebab (I)

Seguimos en Helsinki como comentaristas especializados en la IV Olimpiada del Kebab.

Están siendo unos días maravillosos, ¡muchas gracias a todos! Sabéis que podéis seguir nuestra retransmisión en el espacio dedicado a la olimpiada en Radio Nacional 3. Les encantan este tipo de mierdas.

Os dejo un fragmento de la Prueba de Falta de Higiene, hasta ahora una de las categorías más emocionantes.

martes, 26 de abril de 2011

Istambul Döner Kebab

El kebab y las mujeres: lo mejor.

Cerca de la estación de Sants, a dos pasos del centro de Barcelona, o Barna, como decimos la gente que molamos,  nos encontramos con este tímido reducto del buen comer.

Sobrecogido por el ambiente, en el que se respira compañerismo, añoranza y grasa volatilizada, me siento teniendo la impresión de que, quizá, aquí concluya mi complicada búsqueda del Kebab Perfecto.

El cordial Ibrahim, que hará las veces de chef y simpático camarero me pregunta que qué quiero. Yo hago mi pedido habitual: dos Dürums y un Bayleys con piña, con más Bayleys que piña. Ibrahim piensa que no podré con los dos Dürums, y me pregunta si he comido alguna vez kebab. Pierdo la paciencia y le explico que si ahora mismo muriera y me hicieran una autopsia, en vez de órganos y huesos encontrarían pura carne de rollo. Ibrahim se retrae y me comenta que en este establecimiento los Dürums son muy grandes. Yo le replico con un “Qué pesado, nano” e insisto en que me traiga dos Dürums y un Bayleys con piña.

Ibrahim se ofende y me sugiere un trato: si soy capaz de dar cuenta de tres Dürums enteros me salen gratis. Por supuesto, acepto.
"¡Llámalos! ¡Llámalos!"
Me pregunta si los quiero de ternera o de polla. Su correcto uso del castellano me hace pensar que dice lo de “polla” sin equivocarse, para reírse de mí. 

Por si acaso los pido de ternera.

Ibrahim no exageraba al decir que los Dürums son de dimensiones considerables. Sin embargo, no me amedrento y acabo con el primer Dürum en un tiempo record. Ibrahim comienza a ponerse nervioso. Al terminar el segundo Dürum, que acompaño con un quinto Bayleys, me disculpo aduciendo que necesito orinar. Después de vaciar mi estómago al estilo Kate Moss en el lavabo termino, sudando, con el tercer Dürum y levanto los brazos con gesto ganador, exclamando: “¡Toma! ¡Toma! ¡Toma!”.
Ibrahim aduce que me ha oído vomitar. Discutimos. Amenazo con llamar a la policía. Ibrahim me dice: "¡Llámalos! ¡Llámalos!" con cara de loco y aprovecho para hacerle una foto con el móvil para intimidarle (ver imagen). Me lo pienso mejor. Pago mis dieciséis euros y me largo.




VALORACIÓN (Sobre 5)
RELACIÓN CANTIDAD/PRECIO




SALSAS/DELICIOSIDAD




REGUSTO POST TREINTA MINUTOS




SALUBRIDAD/LAVABO




AMABILIDAD/AMBIENTE
BRILLA POR SU AUSENCIA.


ARDOR
     Gástrico: Sí
     Anal: Sí Sí
TRAGAPERRAS: Sí


VALORACIÓN FINAL: 

2 (PUTA MIERDA)

sábado, 23 de abril de 2011

¿Qué tienen en común Raphael, Tom Cruise y Mariano Rajoy?

Ayer Raphael convocó una rueda de prensa para dar “una primicia muy importante”. Periodistas de todos los medios  se amontonaron en el salón del cantante, improvisada sala de prensa. Allí, la estrella reconoció que no podía seguir con esta farsa durante más tiempo, y que “le habían gustado mucho desde siempre los Dürums de carne, desde que era un adolescente. Pero era imposible admitir esta obviedad y sobrevivir como estrella durante el franquismo. De hecho, Mi gran noche se refiere a esto mismo.” Y entonó, lanzando plumas a cada golpe de melena: Y al despertar, ya mi vida sabrá, algo que no conoce. Joder, blanco y en botella, Malibú. La canción se refiere a comerse un buen Dürum. Y Como yo te amo iba a ser originalmente Como yo te mamo.


Los periodistas nos levantamos indignados y nos marchamos en tropel, abucheando, con gritos de “pues vaya primicia”, irónicos “¡oh! ¡vaya! ¡qué sorpresa!” y “si lo llego a saber  no salgo de casa”. Raphael se quedó solo en su sofá púrpura, con su bata de seda, miró con ojos estupefactos a cámara y cantó moviendo mucho la cabeza ¡¡Es-cán-dalo!!, tras lo cual puso la boca pequeñita y hubo un fundido a negro que nos llevó al restaurante donde comía Mariano Rajoy.
"Déjame ser tu presidente"

Fundirse a un negro. ¿Cómo está eso?” nos pregunta Mariano, saboreando unos deliciosos pennes en un restaurante italiano, a lo cual tenemos que recordarle que ‘fundido en negro’ es una técnica cinematográfica y que qué era eso tan importante que tenía que decir. “Pues que a mí también me gustan mucho los Dürums de solo carne. Paradójico, ¿verdad? Un hombre en mi posición. La gente en mi partido no lo comprende. Rita Barberà y Esperanza Aguirre me suelen decir cosas como ‘¿Dürum de carne? ¡Qué asco! No entiendo como puedes meterte eso en la boca’”
El portavoz del PP nos comenta que jamás podría reconocer algo así y conservar su puesto, aunque, eso sí, hace “mucho tiempo” que no se come uno.


Por último, Tom Cruise nos explica que él todavía no se ve capaz de explicar al mundo su condición. Pese a que “nunca he probado los Dürums de carne. Aunque una vez, en la parte de atrás de una discoteca probé con un chico un felaffel, pero en esa época yo aún no era famoso e iba muy mal de pasta. [...] He ganado mucho dinero haciendo películas malísimas, pero debo decir que esos fueron los treinta pavos que menos me han costado conseguir en toda mi vida.”. Tom piensa que, del mismo modo que no hay que tener prejuicios con los hombres a los que les gustan los Dürums de carne,  también hay que respetar a los que deciden no hacer público que les gustan mucho los Dürums de carne. Aunque, reconoce, le están haciendo “un flaco favor a la comunidad de hombres a los que les gusta comer Dürums de carne.”. ¿Y cómo lo lleva? “La verdad es que a menudo me sorprendo con ganas de comerme un Dürum con cada mano. Ayer mismo tuve un sueño en el que un Dürum gigante con sombrero entraba en mi habitación. Pero no creo que en mi secta vieran muy bien todo esto. Son más de robar que de tolerar.”.
"¡¡¡UN SOMBRERO ASÍ DE GLANDE!!

Desde Kebab es Arte Barcelona queremos animar a estos tres grandes personajazos y artistas en lo suyo, y deseamos que reconocer que les gustan los Dürums de carne sea el primer paso hacia la autoaceptación y quizá, algún día, puedan además reconocer su homosexualidad.

jueves, 21 de abril de 2011

Kebab es Historia (I): René Descartes

Queridos amigos:

Tengo el honor de presentaros la nueva sección de Kebab es Arte Barcelona. Se llama Kebab es Historia y contará con la colaboración Eudald Carbonell, historiador, amante del kebab y amante extraordinario. Sin más preámbulos, os dejo con este interesantísimo artículo.


KebabesHISTORIA

El grabado que lo inició todo
            Ha llegado a la redacción de Kebab Es Arte Barcelona una noticia de última hora: DESCARTES ERA UN GRAN AFICIONADO AL DÜRÜM. El reputado, grandísimo y veterano  historiador británico Paul Preston ha dado una rueda de prensa desde Liverpool –ciudad donde reside- haciendo público su descubrimiento. “Fue algo casual, encontré unos manuscritos en la biblioteca de Liverpool que parecían abandonados […] mi sorpresa fue mayúscula cuando encontré el grabado del filósofo sentado en su escritorio con sus hojas de estudio y acompañado de un sabroso dürum para el mejor engullir y el pasar de los conceptos, los conocimientos y el hambre”.
El afamado historiador insiste en la veracidad de los papeles: “No tomé conciencia de ello hasta que vi el grabado, de hecho ni me fijé en lo que decían hasta que vi el grabado”. Fue entonces cuando se dedicó a su estudio y su sorpresa fue aún mayor cuando entendió que explicaban una parte hasta ahora desconocida de la filosofía del gran autor René Descartes.

Cogito Ergo Dürum
Portada del manuscrito perdido
Al parecer, el filósofo entró en contacto con un gurú de los shawarmas, falaffel, pitas y dürum’s del medio-lejano oriente en uno de sus viajes a la corte en Estocolmo. Resulta extraño, pero la curiosa reina Cristina de Suecia invitaba a sabios de todo tipo a su corte, y así invitó –según consta en los papeles de Descartes- a Mohabbat Khan, gobernador de Peshawar (Pakistán) y en honor del cual se fundó la mezquita que lleva su nombre en la misma localidad. De esta forma, afirma en sus papeles que cambió su filosofía al pasar a creer que pienso luego dürum, algo a primera vista inexplicable pero con importantes implicaciones en el mundo filosófico. “Realmente” afirma Paul “cambia la concepción de la dualidad cuerpo-espíritu, pasando a ser todo una misma cosa: el dürum simboliza la perfecta unión, enrollada, de la carne y el alma, y su delicioso fruto, el pensamiento.”

Como muchos sabréis, no es la primera
vez que Paul Preston se interna en el
fascinante mundo del kebab. Desde aquí
le deseamos mucha suerte.
No sabemos cómo afectará esta noticia al mundo de la historia y la filosofía, pero desde Kebab Es Arte Barcelona nos congratulamos de que un personaje tan importante en la historia del pensamiento fuese también un fan del kebab y su mundo, haciendo más llevaderas sus horas de intenso trabajo con un dürum en cada mano.
Tres hurras por Descartes y que los siglos saquen la verdad de tantos personajes que fueron adeptos del kebab.



Hoy estamos felices de ser del kebab, como las aves son al cielo.

¿Hay algo mejor que abrir una bolsa con un buen kebab?

No.

Pero cuando uno llega a los 60 siente que el mundo está lleno de oportunidades, se aburre con la rutina, tiene ganas de explorar, de jugar. Aquí os dejamos algunas ideas para los veteranos como nosotros, para que disfrutéis el doble de vuestro shawarma.


1.- No hay límite. Todo pega con el kebab. Chocolate, plátano, lentejas, dos kilos y medio de mayonesa, cortezas de cerdo o de árbol, huevo. Todo, todo, todo. Si hay algún alimento que no pega con el kebab, todavía no se ha inventado. Experimenta. Disfruta

Di SÍ a la vida mientras caes desde once
mil metros de altura.
2.- Fans de Lady Gaga. ¿Quieres adelantarte por una vez a tu diva favorita? El traje de kebabs es una opción, por ahora. Es fácil de hacer, rompedor y delicioso. Además, actúa como un filtro genial en la discoteca: se os acercará mucha más gente, pero solo aquellos que vayan tan borrachos para tener abolido el reflejo nauseoso. Dos palabras: presas fáciles. Seas hombre o mujer, querid@ fan de Lady Gaga: ¡A por ellos, reina!

3.- A por los calvos. Nuestros seguidores saben lo respetuosos que somos en Kebab es Arte Barcelona,  y que nunca recomendaremos tácticas como el lanzamiento de kebab desde el balcón. Pero es divertidísimo.



4.- Prueba peinados. La grasa de kebab es una gomina cojonuda. Emula a la protagonista del film ¿Algo pasa con Mary? con salsa blanca y pártete el ojete.

5.- ¿Quién no lo ha hecho? Incluye el kebab en tus prácticas sexuales. No nos cansaremos de repetirlo: la grasa de kebab es un excelente lubricante, sobre todo en el sexo hombre-hombre. Si estás preparando una pequeña "reunión de amigos" en casa, una buena fuente de kebabs es la mejor manera de estimular la creatividad y aportan la energía suficiente para que el ritmo no pare.

6.- Siempre es buena idea. Kebab + drogas = risas.

Esperamos que os sean de utilidad. Saludos.
Sebastián.

miércoles, 20 de abril de 2011

Origen del Kebab

Cuentan que hace mucho, mucho tiempo reinaba en Barcelona un califa muy rico y poderoso, que vivía rodeado de lujo y comodidades en un palacio hecho de caballos vivos. Tenía un harén formado por cuarenta y dos bellas mujeres, y cada día se las fockaba.

Un día llegó al palacio un viejo mago, que se dirigió al califa con estas palabras, pero en moro:
-¡Oh, gran califa! Mi hija forma parte de vuestro harén. Si no os la fockáis, yo os concederé cuatro deseos para embellecer vuestra preciosa ciudad.
-¿Cuatro? –preguntó el califa.
-Sí –respondió el anciano- ¿por?
-No, por nada, generalmente son tres.
-Bueno, pues tres.
-No, no, no, no, no –dijo el califa muy rápido- Cuatro, cuatro. A ver, quiero que en Barcelona haya una playa.
Y el anciano creó una playa preciosa al este de la ciudad. El califa la recorrió con el anciano, satisfecho, pero entonces le entró sed.

-Y quiero –siguió el califa- que cuando vaya de fiesta o pasee tranquilamente por la playa haya gente que me venda bebidas refrescantes por tan solo una moneda.
Y el anciano creó a los cerveza beer amigo, y vio que eran buenos. El califa pusose cieguísimo, y diose cuenta de que algo faltaba.

El califa se parecía al señor que dice NO
-Y quiero –dijo el califa- la comida perfecta. Llena de grasa, pero no tanta como para que dé arcadas, un poquito menos. Con una carne tan deliciosa que nunca parezca que haya suficiente, y uno pueda comer horas y horas. Con muchas verduras, para que parezca sana y llena de sabor. Que sea fácil de llevar y tan ideal para tomar antes de salir de fiesta como de resaca. Y que tenga un precio más que razonable.
Y en ese maravilloso instante la historia del mundo cambió para siempre y se creó el kebab. El califa, y todo el mundo, quedó muy satisfecho.

-Solo te queda un deseo –le recordó el viejo.
-Ya lo sé –dijo el califa, un poco irritado- Voy llevando la cuenta.
-Vale, vale –dijo el viejo.
-Tiene que ser algo guay. A ver… Ya está. ¡Que cada vez que uno salga por Barcelona, focke seguro!
Y el viejo lo concedió. Volvieron al palacio y el anciano se despidió. 

Y antes de marchar le recordó al califa:
-Acuérdate de no fockarte a mi hija.
-No, no –dijo el califa- Descuida.
En cuanto se fue el viejo, el califa hizo lo que todos nosotros hubiéramos hecho en esta situación. El anciano volvió al cabo de una semana, iracundo.
-¡Cabronazo! ¡Que te has vuelto a fockar a mi hija!
-Ya ves –dijo el califa; y luego para arreglarlo- Me sabe mal.
-¡Sí, eso, ahora encima te sabe mal! ¡Pues antes no te sabía mal, eh!
-Bueno, bien, bien, bien, tampoco sabía, no te creas –dijo el califa. Era una broma picantona.
-Mira, califa, los deseos no los voy a deshacer porque no se puede. Pero te los voy a joder todos. Ya verás.

Y hizo unas movidas mágicas.

Y la playa maravillosa se convirtió en la Barceloneta, que es una puta mierda.

Turistas en la Barceloneta
Y los cerveza beer amigo empezaron a multiplicarse hasta que fue imposible dar un paso por la ciudad sin que se te abalanzaran cuatro encima, y era muy difícil darles a entender que no querías cerveza.

Y el kebab siguió siendo maravilloso, pero se repetía más que Los Simpsons y era muy difícil comerse más de uno y a veces hasta acabárselo, y si ibas a beber quizá no era muy buena idea comerse uno.

Y en Barcelona siguió siendo muy fácil fockar al salir de fiesta, pero con hombres.

sábado, 16 de abril de 2011

Buenas noticias

Nuestros amigos de la revista para amantes del cannabis Rasta y Petal han publicado por fin el número de Agosto de 2008 (nos cuentan que en realidad lo tenían publicado desde Enero de 2010 pero les daba mucho palo distribuirlo por los kioscos). 

En ella aparece nuestra colaboración, junto con las de otros grandes críticos y analistas del mundillo del Fast Food, nuestros colegas y amigos de Pizza Gourmet, McAuto es Caché, I'm lovin' it y Clíticos de Chinos.

Próximamente colgaremos el artículo con el que colaboramos, cuando el mundo de la crítica de kebab era todavía un sueño o, como mucho, un cigoto.


lunes, 11 de abril de 2011

III Congreso del Kebab de Barcelona

Saludos una vez más desde Kebab es Arte Barcelona, amigo de la comida contundente.

Como los seguidores de nuestra edición en papel ya sabrán, ha habido un hiato en la producción de críticas debido al III Congreso del Kebab de Barcelona, en el que hemos tenido el honor de participar como únicos miembros del jurado que no provienen de un país atrasado ecónomica y culturalmente.
Una edición cargadita de sorpresas y no exenta de divergencia de
opiniones. En la foto, reacción del público ante la controvertida
victoria de Ubaidah Kalaf en la categoría "Salsa Blanca
Más Semejante al Semen". La polémica está servida.

Ha sido una semana intensa, en lo gástrico y en lo cultural, que ha cambiado nuestra manera de ver el kebab y nuestro ritmo deposicional, y ahora que todo ha terminado podemos decir que volvemos con nuestras mentes y nuestros anos mucho más abiertos.

La diversidad de propuestas, el aumento de participación respecto a ediciones anteriores, la inmejorable puesta en escena (destacando la actuación sorpresa de los Xix Mammeth, que nos deleitaron con una memorable versión de Kebab Amigo, ¿Picante Amigo?. Podéis ver un fragmento de otro momento de su actuación aquí; una pequeña joya instrumental) y, sobre todo, la enorme cantidad de comida a precio asequible, nos hace estar seguros de que repetiremos.

Aunque muchos ya estaréis al corriente, queremos repasar y comentar con vosotros los resultados de los premios más jugosos de esta edición del Congreso del Kebab de Barcelona. Atención, porque ha habido sorpresas. Os recordamos que podéis consultar la relación completa de premiados en www.tersercongresoamigokebab.com/premiosamigo/resultadosamigo.htmlamigo

  •  Premio a Menor comprensión del castellano/catalán. Reñida final entre Abdul Khabir Sulaiman y Abdul Mujib Luqman. Aunque el último era el claro favorito y había triunfado con un margen amplio en ediciones anteriores, finalmente tuvo que renunciar a la corona frente a Sulaiman por 2 palabras comprendidas frente a las 0 del tunecino.
  • Premio al Kebab más lleno. Como viene siendo costumbre, merecida estatuilla para Bahi Umair y su kebab que explota si lo sueltas. Nunca llenarse de mierda había sido tan delicioso.
  •  Premio a la Coca-Cola de procedencia más dudosa. Asomobrosa la colección de latas de Coca-Cola, algunas con logotipos anteriores a los años 60. Pero el vencedor ha sido el restaurante “Kashmir Amigo Kebab”, y su inexplicable lata en latín. Semper Coca-Colum.
  • Bahi Umair, Abdul Khabir Sulaiman y Ben
    Assadullah Ubaidah poco después de que
    se dieran a conocer los resultados.
  •  Premio a “Me da igual lo que pidas, te voy a poner lo que me salga de los cojones”. Después de una disputada final a la que llegaron el 83% de los concursantes, una reacción alérgica al maíz con shock anafiláctico de un cliente, Tomás Avellaneda, después de cuatro especificaciones por señas y gritos, inclinó la balanza hacia el lado de Asadullah Ubaidah, que se llevó la estatuilla a casa y la dedicó con, cito textualmente, “una mezcla de alegría y tristeza”, a la familia de Avellaneda, que fue ingresado en el Hospital de Sant Joan Despí y en estos momentos permanece estable en el Cementerio de Poblenou.


Hasta la próxima edición de Kebab es Arte Barcelona Digital.
Y recuerda: la cantidad no tiene por qué estar reñida con el precio

sábado, 2 de abril de 2011

Kasimir Döner Kebab

KASIMIR DÖNER KEBAB

El chef Kasimir Isbab se sirve de ingredientes semifrescos para elaborar un manjar exquisito de forma artesanal. La variedad de platos combinados, si no excesiva, es suficiente para asombrar al hambriento paseante y darle motivos para rumiar su elección: desde los maravillosos CARNE KEBAB CON PATATAS FRITAS hasta el CARNE KEBAB CON PATATAS FRITAS Y HUEVO FRITO, y, solo para los más osados, la delicia ultracalórica CARNE KEBAB CON PATATAS FRITAS Y HUEVO FRITO Y FRANFURT.

Especializado en salsas, el “Kasimir Döner Kebab”  ofrece cuatro variedades diferentes, estupendas para tomar solas o como  complemento de alguno de sus platos. Desde las clásicas “Salsa Blanca” y “Salsa Picante” hasta una arriesgada propuesta del chef: “Salsa Blanca Picante”. Recomendabilísimo.

Mención aparte merecen los entrantes: croquetas, falaffel y patatas bravas (con el equilibrio perfecto entre crudas por dentro y quemadas por fuera) sirven de aperitivo para los apetitos más voraces.
En el apartado de bebidas, nos encontramos con una refrescante sugerencia: el vino de la casa, Ahl as-Sunnah ul-Muhammed wa'l-Jamä'ah, es el perfecto compañero de Shawarmas y Döners, con un precio muy asequible (0,75€ la copa), y que deja una suave resaca afrutada más que soportable. 

Pero vamos al tema que realmente interesa a los lectores de KEBAB ES ARTE BARCELONA: los platos principales. Y os aseguramos que, aquí, Kasimir Döner Kebab no decepciona.

Muy untuoso y fragrante, el Döner de ternera sin salsa picante y sin cebolla se toma casi sin sentir.
El Dürüm de solo carne con mucha salsa para llevar es otra magnífica entrada donde los sabores están dosificados a la perfección.  Además, Kasimir se guarda un as en la manga: cuatro servilletas en la bolsa, y otra más recubriendo debajo del  papel albal. Desde aquí aplaudimos esta sabia elección: Kasimir tiene todavía mucho que ofrecer al mundo del kebab. Bravo, Kasimir.

Este gran restaurante, en lo más profundo del barrio del Eixample, entre Tamarit y Villaroel, frente a un paraje de tarjeta postal, nos muestra las señales que nos llevan hasta el rulo de carne Kebab y avisan de que la comida asequible forma parte de su ser. Lejos de la cocina regional tradicional, su reposada cocina de autor toma productos populares –shawarma, dürüm– para “ponerlos de realce vistiéndolos con la ropa de los domingos”. Amante del buen comer, Kasimir trabaja únicamente con las pequeñas producciones de sus vecinos hortelanos, carniceros, panaderos, queseros…



VALORACIÓN
RELACIÓN CANTIDAD/PRECIO




SALSAS/DELICIOSIDAD




REGUSTO POST TREINTA MINUTOS




SALUBRIDAD/LAVABO




AMABILIDAD/AMBIENTE




ARDOR
     Gástrico: Sí
     Anal: Sí Sí
TRAGAPERRAS: No


VALORACIÓN FINAL: 
9 (MAGNÍFICO)