Los periodistas nos levantamos indignados y nos marchamos en tropel, abucheando, con gritos de “pues vaya primicia”, irónicos “¡oh! ¡vaya! ¡qué sorpresa!” y “si lo llego a saber no salgo de casa”. Raphael se quedó solo en su sofá púrpura, con su bata de seda, miró con ojos estupefactos a cámara y cantó moviendo mucho la cabeza “¡¡Es-cán-dalo!!”, tras lo cual puso la boca pequeñita y hubo un fundido a negro que nos llevó al restaurante donde comía Mariano Rajoy.
"Déjame ser tu presidente" |
“Fundirse a un negro. ¿Cómo está eso?” nos pregunta Mariano, saboreando unos deliciosos pennes en un restaurante italiano, a lo cual tenemos que recordarle que ‘fundido en negro’ es una técnica cinematográfica y que qué era eso tan importante que tenía que decir. “Pues que a mí también me gustan mucho los Dürums de solo carne. Paradójico, ¿verdad? Un hombre en mi posición. La gente en mi partido no lo comprende. Rita Barberà y Esperanza Aguirre me suelen decir cosas como ‘¿Dürum de carne? ¡Qué asco! No entiendo como puedes meterte eso en la boca’”
El portavoz del PP nos comenta que jamás podría reconocer algo así y conservar su puesto, aunque, eso sí, hace “mucho tiempo” que no se come uno.
Por último, Tom Cruise nos explica que él todavía no se ve capaz de explicar al mundo su condición. Pese a que “nunca he probado los Dürums de carne. Aunque una vez, en la parte de atrás de una discoteca probé con un chico un felaffel, pero en esa época yo aún no era famoso e iba muy mal de pasta. [...] He ganado mucho dinero haciendo películas malísimas, pero debo decir que esos fueron los treinta pavos que menos me han costado conseguir en toda mi vida.”. Tom piensa que, del mismo modo que no hay que tener prejuicios con los hombres a los que les gustan los Dürums de carne, también hay que respetar a los que deciden no hacer público que les gustan mucho los Dürums de carne. Aunque, reconoce, le están haciendo “un flaco favor a la comunidad de hombres a los que les gusta comer Dürums de carne.”. ¿Y cómo lo lleva? “La verdad es que a menudo me sorprendo con ganas de comerme un Dürum con cada mano. Ayer mismo tuve un sueño en el que un Dürum gigante con sombrero entraba en mi habitación. Pero no creo que en mi secta vieran muy bien todo esto. Son más de robar que de tolerar.”.
Desde Kebab es Arte Barcelona queremos animar a estos tres grandes personajazos y artistas en lo suyo, y deseamos que reconocer que les gustan los Dürums de carne sea el primer paso hacia la autoaceptación y quizá, algún día, puedan además reconocer su homosexualidad.
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